En Agosto se realizó en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud liderada por el Papa Benedicto XVI. Miles de jóvenes llegaron a la capital española como un gesto de demostración de su fé.
El problema de muchos fue un lugar para dormir, pero muchas familias madrileñas abrieron sus puertas a los jóvenes.
Mucha gente se conecta con estos jóvenes que quieren demostrar su fé, porque creen que estos pueden hacer un cambio. A estas familias no les importó su nacionalidad y trataron a los jóvenes como sus propios hijos.
No así como los vecinos de Lot que al ver había extranjeros, los discriminaron.
En este mundo existe mucho racismo e inhospitalidad con el extranjero, pero aun así hay gente demuestra lo contrario, porque tienen algo que los une, en este caso la fé.
¿Y tú como eres con los extranjeros?
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ResponderEliminarLa discriminación a extranjeros es algo común en estos días, pero cuando nos une la fe, todo cambia
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