¿Cuántas veces nos ponemos celosos de lo que los otros tienen y de sus logros? Esto es la envidia, uno de las 7 pecados capitales, y se evidencia en Caín.
Caín es el hijo mayor de Adán y Eva; su trabajo era labrar (trabajar) en la tierra y su hermano Abel era pastor. Un día ambos hermanos le hicieron una ofrenda a Yahvé, y a Yahvé le gusto la de Abel, y al ver esto Caín sintió envidia de valoraran más el trabajo de su hermano que el de él mismo, ya que tenían las mismas intenciones.
Nosotros los seres humanos sentimos la necesidad de ser siempre los mejores, por una cosa de orgullo. Pero cuando no lo logramos, nos enojamos y comenzamos a sentir envidia del que si lo logro. El ser humano muchas veces no soporta que otro sea mejor y que tenga más cosas, por eso sentimos envidia. Pero lo único que nos hace la envidia es envenenar nuestra alma, porque nos segamos y comenzamos a tratar mal a la gente. En el caso de Caín termino matando a su hermano. Nosotros podemos llegar a matar con envidia, no físicamente, pero si un lazo, como por ej.: Una hermandad, amistad, etc.
La envidia al igual que las tentaciones, las terminamos pagando . Como en el caso de Caín que fue desterrado.
Por eso hay que ser humildes y agradecidos de lo que tenemos, porque todos tenemos algo bueno de lo que hay que enorgullecernos.